Tener un estilo de vida saludable después de la enfermedad de Lyme es posible. Una vez concluido el tratamiento, es necesario retomar nuestras actividades cotidianas paulatinamente, prestando especial atención en tres vertientes: fisico, emocional y social. Del mismo modo, mantener una alimentación saludable acompañada de ejercicio, puede facilitar aún más este proceso.
Manejo físico
La enfermedad de Lyme puede generar la aparición de complicaciones que disminuyen la calidad de vida de las personas, sobre todo cuando no es diagnosticada a tiempo. Algunas de estas complicaciones son:
- Artritis duradera: Inflamación y dolor en las articulaciones, especialmente en las rodillas.
- Enfermedades que afectan el sistema nervioso: Como meningitis, parálisis facial, neuropatía periférica o encefalopatía.
- Enfermedades que afectan el corazón: Como miocarditis, pericarditis o bloqueo cardíaco.
Para evitar o reducir estos problemas, es importante seguir el tratamiento con antibióticos según las indicaciones del médico. El tratamiento puede variar según los síntomas y la gravedad de la infección. No se debe interrumpir el tratamiento, aunque se sienta mejor, ya que esto puede favorecer el desarrollo de resistencia bacteriana o la persistencia de la infección.
Es conveniente mantener una dieta saludable y equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, que aporte los nutrientes necesarios para fortalecer el sistema inmunitario y favorecer la recuperación. Se debe evitar el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias que puedan dañar el organismo o interferir con los medicamentos.
Asimismo, se debe descansar lo suficiente y evitar el estrés, ya que esto puede mejorar el estado de ánimo y la calidad del sueño, que son fundamentales para la salud física y mental. Se puede practicar alguna actividad física moderada y adaptada a las condiciones de cada persona, siempre con el consentimiento del médico.
Alcanzar un estilo de vida saludable desde el interior
Además del malestar físico, la enfermedad de Lyme también puede afectar el aspecto emocional de las personas que la padecen. Algunos sentimientos comunes son:
- Miedo: Ante la incertidumbre sobre el diagnóstico, el pronóstico o las posibles secuelas de la enfermedad.
- Frustración: Por no poder realizar las actividades habituales o por sentirse limitado por los síntomas.
- Tristeza: Por sentirse solo, incomprendido o aislado por la enfermedad.
- Culpa: Por creer que se pudo haber evitado la infección o por sentirse una carga para los demás.
- Ansiedad: Por preocuparse excesivamente por la salud o por el futuro.
Para manejar estas emociones, es importante buscar apoyo profesional y social. Un profesional en psicología puede ayudar a identificar y expresar los sentimientos, a moldear los pensamientos y a desarrollar estrategias de afrontamiento adecuadas. Un grupo de apoyo, por su parte, puede ofrecer un espacio de escucha, comprensión y solidaridad con otras personas que pasan por una situación parecida.
También se puede recurrir a la familia y los amigos para compartir las experiencias, los miedos y las esperanzas. Es bueno pedir ayuda cuando se necesita y aceptarla cuando se ofrece. No se debe ocultar ni minimizar lo que se siente, sino comunicarlo con honestidad y respeto.
Otra manera de mejorar el estado emocional es realizar actividades de relajación o recreativas. Por ejemplo: leer un libro, ver una película, escuchar música, meditar, hacer yoga, pintar, escribir, etc. Estas actividades pueden ayudar a distraerse de los problemas, a liberar tensiones y a aumentar la autoestima.
Bienestar social
La enfermedad de Lyme también puede tener un impacto en la vida social de las personas que la padecen. Algunos aspectos que pueden verse afectados son:
- El trabajo: Dificultar el desempeño laboral o incluso impedirlo temporal o permanentemente. Esto puede generar estrés, pérdida de ingresos o problemas con los jefes o los compañeros.
- La escuela: Interferir con el rendimiento académico o la asistencia a clases. Esto puede provocar retrasos, bajas calificaciones o dificultades con los profesores o los alumnos.
- Las relaciones: Alterar la dinámica familiar, de pareja o de amistad. Esto puede ocasionar conflictos, malentendidos o alejamientos.
Para afrontar estos desafíos, es importante informar y educar sobre la enfermedad de Lyme a los demás y a nosotros mismos. Explicar a nuestros allegados qué es, cómo se transmite, cuáles son los síntomas, cómo se trata y cómo se previene, puede generar conciencia, comprensión y empatía.
También se debe negociar y adaptar las expectativas y las responsabilidades según las capacidades y las necesidades de cada momento. Puede solicitar una licencia médica, una reducción de la carga laboral o académica, una flexibilidad en los horarios o una modificación de las tareas. Del mismo modo, respetar el ritmo y los límites propios y ajenos.
Además, se debe mantener el contacto y la participación con el entorno social en la medida de lo posible. Se puede asistir a eventos, reuniones o celebraciones que sean de interés y que no supongan un riesgo para la salud, evitando el aislamiento y el rechazo social.
Un desafío transitorio
La enfermedad de Lyme es un desafío que se puede superar con un diagnóstico oportuno, un tratamiento adecuado y cuidados integrales. La mayoría de las personas se recuperan completamente después de la enfermedad de Lyme y pueden alcanzar un estilo de vida saludable.
Sin embargo, algunas personas pueden presentar síntomas persistentes o recurrentes después del tratamiento, lo que se conoce como síndrome post-tratamiento de la enfermedad de Lyme. Estos síntomas pueden incluir:
- Fatiga
- Dolor
- Dificultad para concentrarse
- Problemas de memoria
- Depresión
La causa de este síndrome no está clara, pero no es ocasionada por una infección activa por la bacteria causante. Por lo tanto, el uso prolongado de antibióticos no es efectivo ni recomendable para estos casos.
Si experimenta problemas de salud nuevos o persistentes después de la enfermedad de Lyme, consulte con el médico para asegurarse de que no hay otra causa que los explique. El médico puede ayudarle a encontrar el tratamiento más adecuado, que puede incluir medicamentos, terapias físicas o psicológicas u otras opciones.
Recuerde que no está solo en esta lucha. Hay más personas que han pasado por lo mismo y que pueden ofrecer su apoyo y su testimonio. Busque información fiable y actualizada sobre la enfermedad de Lyme y sus consecuencias. No se rinda ni pierda la esperanza. Con paciencia, perseverancia y optimismo puede mejorar su calidad de vida y superar este desafío.
Fuentes
(2023, June 13). Enfermedad de Lyme: Instrucciones de cuidado | Kaiser Permanente. Espanol. https://espanol.kaiserpermanente.org/es/health-wellness/health-encyclopedia/he.enfermedad-de-lyme-instrucciones-de-cuidado.uf8384
Ben-Joseph, E. (2022, April 1). La enfermedad de Lyme (para Adolescentes) - Nemours KidsHealth. Kidshealth. https://kidshealth.org/es/teens/lyme-disease.html
(2023, February 10). Enfermedad de Lyme - Diagnóstico y tratamiento - Mayo Clinic. Mayoclinic. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/lyme-disease/diagnosis-treatment/drc-20374655